Carolina ama a su comunidad, a su familia y a este lugar al que llama hogar en el condado de La Plata, Colorado. Tanto que empezó a organizar a miembros de su comunidad para trabajar juntos en sus luchas compartidas formando el Grupo de Cuidado Infantil.
Todo empezó con una encuesta comunitaria realizada por la Coalición para la Equidad Alimentaria de La Plata. Hubo muchas conversaciones, pero destacó una en particular: ¿Qué obstaculiza la seguridad alimentaria para ti y tu familia? La respuesta para Carolina y muchas otras personas de su comunidad era clara: el acceso a guarderías. Ya es bastante difícil encontrar guarderías asequibles y culturalmente competentes, pero es más difícil aún acceder a ellas cuando hablas otro idioma.
Pero ese servicio no estaba disponible. De hecho, el cuidado infantil no está disponible para el 44% de las familias del condado de La Plata. Forzando a Carolina a llevar a su hija al trabajo. Mientras Carolina trabajaba, su hija miraba la televisión. No era lo ideal, pero al menos la tenía cerca. No todo el mundo puede trabajar en casa o llevar a sus hijos consigo, e incluso eso puede ser un acto de equilibrio insostenible.
Sin acceso a oportunidades esenciales de aprendizaje en la primera infancia, empezaron a aparecer retrasos en el desarrollo. La hija de Carolina, quien entonces tenía 2 años, seguía usando el biberón y no tenía acceso a otros niños. Carolina se dio cuenta, y el médico le señaló cómo no se estaba desarrollando adecuadamente. A Carolina le dolió ver cómo esta falta de servicios esenciales afectaba negativamente a su familia. Y quedó claro que el cuidado infantil es una vía clave para el éxito de las familias trabajadoras.

Carolina comentó: “Sabemos que ahora es cuando nuestros hijos no reciben lo que necesitan, y nos duele en el corazón no poder proporcionárselo. La mayoría de nuestra comunidad trabaja en cosas que a veces no están muy bien pagadas. Una persona que gana 2.000 dólares al mes no puede pagar 1.000 dólares para cuidar a uno de [sus] hijos”.
Entonces Carolina hizo lo que mejor sabe hacer: se presentó por amor a su familia y su comunidad y ayudó a unir a las personas de su comunidad, facilitando el grupo Voces de la Comunidad (The Latin Community Voice Group, en inglés) y, finalmente, creando el Grupo de Cuidado Infantil de la Comunidad Latina (The Latin Community Child Care Group, en inglés). En conjunto empezaron a hablar y a compartir experiencias. A medida que los miembros de los grupos se reunían, trabajaban juntos y hacían más preguntas; dejando claro que Carolina no era la única que luchaba por la seguridad alimentaria debido al aumento de los costos del cuidado infantil.
“Las preguntas recurrentes eran: no podemos trabajar, no tenemos suficiente dinero porque tenemos niños pequeños en casa”, dijo Carolina. Y de esas conversaciones surgió el Grupo de Cuidado Infantil.
El impacto del cuidado infantil de alta calidad se hizo más evidente para Carolina, su hija mayor, quien ahora tiene 8 años, pudo entrar en Head Start y entendía el inglés a los 18 meses. Su hija menor, sin ese acceso -en parte debido a la pandemia- tenía retrasos en su desarrollo, dificultades para comer y problemas de agresividad. Iba muy por detrás del camino al que había tenido acceso su hermana mayor.
Aunque todos los niños se desarrollan de formas distintas, Carolina está segura de que el acceso a una educación infantil culturalmente apropiada y de alta calidad habría beneficiado a su hija menor y de que hay demasiados niños como ella a los que no se les concedió las mismas oportunidades para poder prosperar.

El Grupo de Cuidado Infantil aboga por un cuidado infantil equitativo, reconociendo la necesidad de más agentes de cambio y figuras influyentes para impulsar el cambio sistémico. Esta promoción ha generado un catalizador para el cambio, uniendo a toda la comunidad, desde la escuela hasta el gobierno y las organizaciones sin fines de lucro, en torno al tema del cuidado infantil. Están trabajando para desmantelar barreras y realizar los cambios necesarios para un sistema de cuidado infantil más equitativo. Juntos, han creado un plan estratégico centrado en la asequibilidad, la accesibilidad y la celebración cultural.
Las estrategias dentro de este plan incluyen trabajar con el sector de alojamiento asequibles para integrar centros de educación temprana, contratar navegadores locales para conectar a las familias con los programas, garantizar que los documentos estén disponibles en español, crear un programa de doble lenguaje, involucrar a los empresarios en el apoyo a su mano de obra y ofrecer sesiones de formación sobre diversas culturas.
“Es importante que la voz de los afectados -la comunidad latina- ocupe un lugar central en este proceso transformador. Escuchando, incluyendo y empoderando a quienes se enfrentan diariamente a estos retos, podemos generar un cambio impactante”, dijo Tiffany Chacón, Gerente del Programa de Educación y Cuidado Temprano Latinx de Lat Plata Food Equity Coalition.
Su ideal es fomentar un sistema de cuidado infantil que celebre la diversidad, respete las tradiciones y proporcione a cada niño la fundación que necesita para prosperar. A través de sus esfuerzos colectivos, La Plata Food Equity Coalition y el Grupo de Cuidado Infantil buscan fomentar un cambio que se extienda por generaciones, creando una comunidad donde todos los niños puedan prosperar.
Tiffany enfatizó que la necesidad de un cambio local, comunitario, estatal y nacional es urgente, un llamado que resuena más allá del condado de La Plata.
Según la Century Foundation, “más de 70.000 programas de cuidado infantil (un tercio de los apoyados por los fondos de estabilización del Plan de Rescate Estadounidense) probablemente cerrarán, y aproximadamente 3,2 millones de niños podrían perder sus plazas de cuidado infantil”. La Fundación también encontró “que millones de padres se verán afectados, y muchos dejarán la fuerza laboral o reducirán sus horas, lo que costará a las familias $9 mil millones cada año en pérdida de ingresos”.
Es por eso que debemos decirles a nuestros funcionarios electos (llamándolos o enviándoles un correo electrónico) que apoyen los $16 mil millones en fondos de emergencia para el cuidado infantil.
Es hora de que todas las comunidades se presenten con amor radical para apoyar a los miembros más jóvenes de nuestra comunidad y sus familias. Es hora de un cambio radical en la forma en que abordamos el cuidado y la educación temprana, garantizando que cada niño, independientemente de su origen, tenga la oportunidad de prosperar y alcanzar su máximo potencial.